¡No me amenaces!, ya sé que estás ahí, es por eso que no corro, ni intento alejarme de ti. La…
La tarde declinaba y el frío, aquel de marzo agradable, comenzaba sigiloso y ladino a entrar por todos y cada…
¡No me amenaces!, ya sé que estás ahí, es por eso que no corro, ni intento alejarme de ti. La…
La tarde declinaba y el frío, aquel de marzo agradable, comenzaba sigiloso y ladino a entrar por todos y cada…
© 2025 Poemas y fábulas. Theme by Anders Norén.