Así la decían y no era su nombre, tampoco que usara bigote, si bien el rostro la afeaban tres cerdas…
Lo son los que están allí, el uno porque apenas si ve, el otro porque palpa y no advierte, erróneamente…
Advierto la última puerta, próxima y escondida, verdad es, por mas que evanescente, pues aparece y desaparece como fantasma, escondido…