Porque ves estrellas en el cielo,
cuando es de día,
ríos desbordados de agua,
cuando hay sequía.
Por todo ello,
cabalga mi amor sobre una nube,
aunque en el suelo descansa cuando la miro,
que eternamente anda perdida,
en el limbo cruel de un suspiro,
el que la trae y la lleva,
por el mundo fiero y todos sus caminos.
Es “quijote” de quimeras,
de océanos donde se baña,
que todo la parece poco,
y nada a su vida extraña.
Si por mí fuera,
con ella volara,
y hasta su reino,
yo la acompañara,
que su risa contagia
y sus relatos encantan,
si yo me perdiera,
para encontrarme,
habría que buscarme,
más allá, donde las quimeras.
Ay amor del alma,
cuanto te quiero,
por ti daría,
el mundo entero.
Heredaste la felicidad,
metida en un cuenco,
de la que a diario sacas,
pájaros volando, un ciento.
Así la vida pasa,
de azul risueño,
que vivir comporta,
risas y ensueños.
Comments by José Luis Martín