Porque quiero amar siendo,
en los curvos surcos de tu vida,
gacela que en el monte corre,
tras el recuerdo por el que suspira.
Viéndote ligera partir pensé,
como si en ello la vida me fuera,
que no hay lágrimas en el mundo,
suficientes para enjugar mi pena.
Nada hay que compararse pudiera,
con todo aquello que yo te di,
que las arcas estaban llenas,
hasta rebosar de amor por ti.
Porque vacía tengo ahora la esperanza,
perdido el anhelo, que me embarga la inquietud.
quiero sin embargo verte,
aventado del alma la soledad que te advertí.
Vivirás tu vida sola,
tal como nunca quisimos vivir,
que nada en el mundo ocurre,
sin amor que compartir.
Comments by José Luis Martín