Bajé del árbol,
pues ya en la rama,
el viento clama,
muy mal pensé.
Anduve en tierra,
con un pijama,
hecho de lana,
que no de miel.
Parece mentira,
cuando es verdad,
que todas las cosas,
por una causa,
echan a andar.
Aquí estoy,
contento como una pascua,
creyendo siempre,
en mis mentiras.
De otra forma,
ya me dirán,
a donde voy,
siendo un gañán.
Por eso grito,
a los cuatro vientos,
las mil formas,
los cuatro mitos,
de comportarse,
siempre en secreto.
Y mientras río,
yo ya no lloro,
de verme siempre,
como si fuera,
un bello loro.
Allá arriba,
mirando abajo,
por si pasara,
la suerte mía.
Ayer la vi,
miró arriba,
donde yo estaba,
y me escondí.
No soy valiente,
que soy cobarde,
me escondo siempre,
cuando la veo.
Por esta causa
y no por otra,
cuando te toco,
te tiro besos
y corro miedoso,
no siendo que,
me puedas ver.
Cuento mi vida,
narro mi historia,
y todo aquello,
que puedan ver,
risas y llantos,
que así conforman,
todo mi ser.
Yo ya no quiero,
ni les deseo,
que en la otra página,
lo encuentren bien.
La buena suerte,
pasó de lado,
rozó mi cuerpo,
tocó mis labios,
por eso creo,
como alma en pena,
que todo pasa,
menos la muerte,
y la aflicción.
Amigo mío,
cierra el trino,
que el verso sólo,
es un desliz,
el bello sueño,
de un infeliz.
Comments by José Luis Martín