Cerrado está mi pecho a la esperanza, borrado quiero de mi corazón tu recuerdo, sólo una leve herida, un dolor…
Porque vio la parca venir, se despidió de la vida, con tanta pena lo hizo, que se cayó del balcón,…
Hizo de la escritura un vicio, difícil de sostener, cuando le sobraba la tinta, no tenía papel. De ahí que…
Lo que escribo en la noche, el ángel de la guarda, lo corrige maestro, al despuntar el alba. Por ello…
Por tanto desear tengo una nieta, igual es a un rayo de sol, es luz en mi firmamento, luna redonda,…
Para ver el cielo miré por la ventana, las nubes dibujaban tu rostro en un espejo, eterno y pulido cristal…
Mi sueño es realidad, porque yo lo quise así, de otra forma usted dirá, como volando voy, cuando volando vengo….
Dice la canción y habla, de este mundo mío y vuestro, como si fuera una joya enjaulada, y yo lo…
Porque brotó de mi alma un verso, engorado en mi corazón, supe, sin otro remilgo, de quien me había enamorado…
Antonio A, viene y me llora, porque las uñas nunca, me dice, le habían crecido como ahora, yo le respondí…
Argimiro Rosbit de Peña Prieta es un manitas en el arte de recomponer desaguisados, propios de su profesión de fontanero….
Yo duermo con el teléfono encima de la mesilla de noche. Es la costumbre. Aún ahora, por más que también…
Debajo de aquel nogal, hice examen de conciencia, que de poco me sirvió, cuando la mora manchó, sin…
Fulgencio Felgueiroso de los Malagatones, rico como un nabab y orgulloso como encumbrado mandril, de repente, en el postrer estadio…
Paulino Teleale o Teletele, por su arraigado vicio, aquel de interminables sesiones de sillón donde se repantigaba viendo la tonta,…
Abrí los ojos para ver el mundo, más me hace daño confesar mi decepción, es el hombre solo que corre…
Toda su vida, hasta el último postrero instante, la pasó Fedeón Trispán prendido de la música de un violín….
Nadie creyó a Cristino, al fin, no dejaba de ser un joven soñador cuyas apreciaciones de la realidad podrían variar…
La primera vez que Isigonga vio el mar, exclamó llena de entusiasmo, bajo la atenta mirada de su marido, que…
Jonatán Tobías de la Bella Cuerda no deja una sola noche de visitar a su padre. Allí llega al…
Cuando Irineo Telicuento paseaba admirado por las maravillas que contemplaba, portentos que se le ofrecían en aquel espacio majestuoso a…
No es fácil subir a la montaña. El sendero se pierde a veces, y hay trochas en las que se…
Del orgullo original de aquel lápiz que fuera nuevo entero y verdadero, en los anaqueles de aquella lejana, por desconocida,…
Con pena se jubiló Latafina de Monte Real. Toda su vida la había basado en el trabajo, en su tiempo…
Mirando a la copa de aquel árbol, solo y perdido en la inmensidad del Parque del Retiro madrileño, mal supuso…
Paquito Cebolla, de niño, era tan guapo y tan delicadamente fino que todo el mundo, hombres incluidos, le acariciaban el…
Se solaza la serpiente, tendida cuan larga es, sobre el tronco del árbol, y aún su enorme cabeza, grande como…
– Perdimos la capacidad de sufrir el dolor. Sí, aunque no lo creas lo hemos convertido en la nada, en…