Pasé por tu calle,
miré a la ventana,
aquella de arriba,
esa tan grande,
la que deja ver tu talle.
Distraída jugabas entonces con el aire.
Tu risa la oí,
tus ojos soñé,
pues nunca perdí,
el recuerdo amargo del ayer.
Niña mía,
porque en la distancia te pierdes,
y en el futuro te amparas,
de nadie mañana serás amada.
Distraída entonces jugabas con el aire.
Déjame que sueñe,
los sueños en rosa,
color de tus ojos,
alas de mariposa,
Jugabas entonces distraída con el aire.
En la soledad de mis días,
en el viento de la tarde,
cabalga jinete perdido,
en la hondura de tu carne.
Jugabas, niña, entonces, con la distancia y con el aire.
Comments by José Luis Martín