Sisenando se divorció de su mujer alegando que ésta, en el desayuno que le llevaba a la cama, con harta frecuencia se olvidaba de diluirle el azúcar que echaba en el café con leche.
Aprendida la lección, Sisenando, vuelto a casar, no se olvida, en el desayuno que lleva a su mujer a la cama, de disolverla el azúcar en el café con leche.
Comments by José Luis Martín