Jacinta atisbó por el ojo de la cerradura para ver a su novio dormido en la cama. La pobre curiosa se llevó tal susto, ante lo que creyó deformidad y que tan bien destacaba, que sin pensárselo más, rompió la relación.
Días después, explicaba a Veraluz, su hermana pequeña, los motivos que la llevaron a la ruptura. Veraluz, después de oírla la llamó mema y algunos epítetos más de difícil reproducción.
Con el tiempo, la hermana pequeña, Veraluz, tuvo tres hijos, tres infantes altos, rubios y guapos que a Jacinta tanto la recordaban a su novio deforme… por lo altos, por lo rubios y por lo guapos.
Comments by José Luis Martín