Así que todo es mentira,
así que nada es verdad,
¿estamos pues en un mundo,
en el que todo nos da igual?
Es por eso que Matilde,
su sobrina y don Pascual,
echan de menos las risas,
y suspiran por un zagal.
No, no me he equivocado,
que don Pascual es igual,
tiene los mismos gustos,
todo en él es suspiro angelical.
Van los tres en compañía,
juntos sin saber qué hacer,
que lo mismo suben que bajas,
que retroceden sin saber qué.
Tienen los campos indefinidos,
en mil amores y un compromiso,
más todos les dan fallidos,
por antinaturales,
y lo que es peor, narcisos.
Comments by José Luis Martín