Colgado de dos estrellas,
un nacimiento del cielo,
iluminado de noche,
por el fuego de luceros.
Este es mi pueblo,
así me lo quiso decir mi madre,
aquí nació un conde,
aquí murió mi padre.
Vine al mundo en el cenobio,
a las cuatro de la tarde,
aquel mismo día fue,
cuando falleció mi madre,
Díganme, ustedes, padres,
si quieren aconsejarme,
si es tan bueno tener,
por vecinos a los ángeles,
o la misma gloria al alcance.
Ya el cenobio se cayó,
sin matar al cura dentro,
que hubo fortuna al caer,
solo la parte del centro.
Por todo lo que antecede,
hallarán explicación,
de que queriendo a mi pueblo,
volver me causa aflicción.
Comments by José Luis Martín