Puedo agarrarme a tu falda negra,
esa que pones los domingos de paño,
paño,
negro,
algodón,
madre,
yo,
halcón.
Me gusta el color negro desnudo de los negros,
la sombra menos,
esta corbata que llevó amarilla,
también la borla roja de algunos zapatos de mujer,
el día,
la noche,
el agua,
la sed.
Tengo dolores en la espalda, te lo digo,
siempre me gusta contarte las cosas,
madre,
tus manos,
tu aliento,
mi cuello,
y me sube el dolor como sangre esparcida,
hasta este punto determinado del occipucio,
después nada, nos vamos, tú adelante,
también yo, restregando los pies hacia atrás.
Haces que me comprendes, es bastante quererme,
el cordón umbilical se rompió hace tantos años,
aún lo ves, a mi me pasa algo igualmente extraño,
parece que lo recuerdo,
los vientres,
los hombres,
las mujeres,
y la muerte.
También me gustan las negras de trenzas rojas,
sus pechos,
sus ojos,
sus caderas,
sus rodillas,
su habla,
esa infinita pereza pegada al ombligo.
La música de los golfos,
los ladridos de los perros solos,
silbar como lo hacen los locos,
rezar como lo hacen los cuerdos,
todo esto me pone en mi mundo y siento placer,
placer aquí,
placer allá,
placer en los dedos,
placer en las uñas,
placer por placer,
cuando es hondo y cala los huesos.
Recuerdo que tú golpeabas mi mano,
pero lo sigo haciendo a escondidas,
ahora lo limpio despacio, como tú lo hacías,
cambia el delantal por esta toalla de felpa,
y está la mano limpia al menos,
aunque siga añorando la presión de tus dedos.
Abres la ventana para que me entre el aire de agosto,
julio,
marzo,
septiembre,
abril,
me pasa el tiempo con el sudor y el frío por la cara,
las venas cada día más gruesas,
el sentido de la vista menos agudo,
pero tanto importa si me muero con el tiempo,
que no me importa,
Oí, al pasar por la calle que gritaban, era la gente,
paré a escucharles, me atrae oír gritar,
después el ruido de los coches y un vendedor ambulante,
dejaron aquellos gritos a medias, mudos o cortados,
y fue entonces cuando volví a repetir:
tú…
yo…
tú…
yo…
Al marchar, en el idioma que estoy aprendiendo,
me preguntaba, para hacer prácticas,
por qué, por qué esto, por qué todo esto.

Comments by José Luis Martín